Hace días que no me conecto al blog, no sé muy bien por qué, porque es cierto que en mi cabeza varias ideas van tomando forma, pero nunca llegan a salir por el teclado. Hoy ha sido un día raro y ando negativa. Mi eterno conflicto con el colegio se reaviva por estas fechas de preinscripción escolar. Que el cole al que va Laia no esté mal del todo no quiere decir que sea de mi predilección. Es un ni fú ni fa, pero no sé, me gustaría algo diferente para la educación de mis hijos. O quizás es que la Sociedad en general, y muchos de los valores que imperan en ella, me disgustan, así que veo muchos aspectos de la escuela, aquellos en los que se muestra como fiel reflejo de la sociedad, con desidia. Pero no siempre se puede nadar contracorriente. En fin, un mar de contradicciones, con mil y un argumentos de peso a un lado y a otro. La escuela no es el único espacio de educación, sólo es una parte de su vida, el colegio perfecto no existe, ella va contenta cada día y tiene motiva...