He visto este video en el blog salirse de la fila. Es una canción de Luis M. Pescetti. Me he estresado, pero es cierto que hay días en los que uno tiene que replantearse si vale la pena tanta insistencia o mejor dosificar y priorizar qué cosas son realmente importantes, para los padres, que se cumplan. Bueno, la respuesta para mí es clara.
En el foro de entre comadres estaban estos días precisamente reflexionando sobre esas cosas que para cada madre resultaba imprescindible insistir, sin posibilidad de negociación, qué cosas podían negociarse o directamente mirar para otro lado.
Cuando nació Teo, de repente ví a Laia gigante, muy mayor, y me puse más exigente de lo habitual con ella, hasta que me dí cuenta de que le estaba pidiendo demasiado a veces para su edad, pero otras simplemente pedía cosas absurdas. Y como ella es muy inteligente, me lo hizo saber enseguida. Ahora hemos vuelto a nuestra vida tranquila, donde no suena esta canción. Ni falta que hace.
Cuando, al día siguiente de nacer mi hija, mi hijo vino a vernos al hospital, recuerdo que yo también le ví enorme, me pareció que había crecido un montón. Y efectivamente, lo ha hecho, no físicamente, sino también emocionalmente. Es cierto que les exigimos demasiado, y a veces no nos damos cuenta de lo que evolucionan por ellos mismos con la llegada de un nuevo ser a la familia...
ResponderEliminarTe dejo el enlace a un post que escribí cuando aún estaba embarazada de mi hija, porque este tuyo me ha hecho recordarlo.
http://elpatiodemicasa.lacoctelera.net/post/2008/05/05/ensenando-o-aprendiendo
Un saludo, y buen fin de semana...
Argg!
ResponderEliminarA mí me ha pasado lo mismo. Hace casi un mes que nació Aran y hace dos semanas que Jon cumplió tres años.
En mi mente tres años ya no son dos, y es la edad de empezar el cole, etc., etc.
Yo mismo lo he hecho adulto sin querer y le he exigido cosas que no está preparado a darme, y ello me ha llevado a enfadarme con él en más de un momento.
Menos mal que son cosas de algún momento y el diálogo en casa y el intentar comprender a Jon me lleva a pensar que el problema lo tengo yo, y no él... y que el que tiene que enseñarme cuándo crece es él, y no yo enseñárselo a él.
El día 24 de Febrero sale a la venta el nuevo libro escrito por Lucía Etxebarria y el educador Goyo Bustos titulado "El Club de las malas madres". Es un libro ameno en el que se cuentan las experiencias como profesor y como madre. Desde un punto de vista original y un enfoque diferente al de los libros sobre la paternidad y de psicología infantil. No os lo podéis perder.
ResponderEliminarHe reído como una loca y lo peor es que e vi muchas veces retratada, es la magia de la canción y de este post tan lindo, como todos, que nos regalas
ResponderEliminar