En casa no somos muy aficionados a los videojuegos, lo que resulta paradójico, ya que comemos gracias a ellos. Cosas que pasan. El caso es que aparte del ordenador no tenemos ningún tipo de consola y de hecho yo me pierdo con la cantidad y variedad que existen (esto también tiene su punto curioso, ya que yo misma también trabajé en una empresa editora de videojuegos, pero se ve que se quedó toda la información en la empresa una vez salí de ella). A lo que voy: veo que ya entramos en una edad en la que muchos amigos de Laia comienzan a jugar en diversos soportes. Ella, de momento, sólo ha jugado a algún juego de ordenador, sobre todo de páginas de internet (tipo caillou, o Poisson Rouge) pero hoy no me quiero centrar en la gran cantidad de recursos lúdico-educativos que hay en internet.
El caso es que como madre, no jugadora, aunque en su día le dí tanto al tetris que por las noches al cerrar los ojos seguía viendo caer figuritas (si tú también, pincha en el enlace, que no tiene desperdicio), tengo mis prejuicios hacia esta forma de dedicar el tiempo. Lo típico: la dependencia, aislamiento, sobreestimulación y tal, que no son temas con los que frivolizar. Pero es una imagen distorsionada y creo que ya que los videojuegos son una realidad, hay que coger todo lo bueno que tienen y como en otras muchas cosas hay que educar en la autorregulación, aunque ese objetivo es a largo plazo, un objetivo de fondo. Así que intentando superar mis prejuicios me puse hace tiempo a leer información sobre el tema.
El caso es que como madre, no jugadora, aunque en su día le dí tanto al tetris que por las noches al cerrar los ojos seguía viendo caer figuritas (si tú también, pincha en el enlace, que no tiene desperdicio), tengo mis prejuicios hacia esta forma de dedicar el tiempo. Lo típico: la dependencia, aislamiento, sobreestimulación y tal, que no son temas con los que frivolizar. Pero es una imagen distorsionada y creo que ya que los videojuegos son una realidad, hay que coger todo lo bueno que tienen y como en otras muchas cosas hay que educar en la autorregulación, aunque ese objetivo es a largo plazo, un objetivo de fondo. Así que intentando superar mis prejuicios me puse hace tiempo a leer información sobre el tema.
En este espacio de Ainhoa Ezeiza, una persona a la que yo admiro mucho como profesional y a la que envidio como mujer-todoterreno-incombustible, se puede encontrar documentación tanto en euskera como en español sobre videojuegos y educación: qué son, tipos, cómo elegirlos, estudios, pautas para su utilización... muy recomendable. Para entrar, puedes hacerlo como invitado o registrarte en la parte derecha si quieres participar en el espacio.
Esta guía, Quién pone las reglas del juego, también es muy interesante y clara.
En esta página, guía de videojuegos, también encontramos mucha información para que los adultos conozcamos el mundo digital y podamos contribuir a que nuestros hijos hagan un uso responsable de los videojuegos.
Aunque en los recursos anteriores también hay información sobre PEGI, el código que clasifica los videojuegos según edad recomendada y contenidos, enlazo a la página de PEGI on line.
En esta página, guía de videojuegos, también encontramos mucha información para que los adultos conozcamos el mundo digital y podamos contribuir a que nuestros hijos hagan un uso responsable de los videojuegos.
Aunque en los recursos anteriores también hay información sobre PEGI, el código que clasifica los videojuegos según edad recomendada y contenidos, enlazo a la página de PEGI on line.
Y ya que me pongo, pues la página de ADESE (la Asociación de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento).
Muchísimas gracias, Maite, por la mención, me alegra que te haya interesado mi post sobre videojuegos.
ResponderEliminarAlgunas investigaciones bastante fiables han analizado el uso de videojuegos y su impacto y parece que tienen más beneficios que perjuicios, pero pasa algo así como con la tele: ver la tele no es malo pero sabes que vas a tener lío para desengancharlos si están viendo algo que les gusta o porque quieren ver algo que no deberían ver (por edad, contenidos, etc.)
Te recomiendo hacerte con alguna consola,porque si no te van a machacar el ordenador. La wii es de lo mejor para juegos familiares y para jugar en familia. Los de Nintendo no hacen juegos superestéticos pero sí los más adecuados para niños.
Nos veremos en la próxima, un abrazo.
Gracias Ainhoa por pasarte por aquí.
ResponderEliminarAlguna vez se ha traído fernando una wii del trabajo y hemos acabado con agujeta. Es muy divertido. Pero hace de eso tanto tiempo...
y estoy de acuerdo que es como la tele, donde los padres también tenemos responsabilidad sobre los contenidos, tiempo...
Creo que la próxima será la Rioja, en la moot. Espero verte :)
Un abrazo,
maite
Maite, yo estoy en el mismo dilema. Hasta ahora he podido esquivar el tema, pero en los últimos días, jugar, conectarse entre, compartir, se está convirtiendo en una herramienta de socialización entre las amistades de mis hijas de la que ellas se sienten excluídas. Y eso me recuerda a mis tiempos de estudiante y la urgencia de aprender a jugar al mus :-))
ResponderEliminarAinhoa, Maite, es un placer leeros. ¡Nos vemos en la MoodleMoot La Rioja... caaaaasi seguro!
Besos
Gracias por compartir esta info. Yo me siento super ambivalente con el tema, tanto, que al final los chiquillos se estan autoregulando.
ResponderEliminarGracias por compartir esta info. Yo me siento super ambivalente con el tema, tanto, que al final los chiquillos se estan autoregulando.
ResponderEliminarperdón, q ando out... qué bien si vienes a la moot... pues ya hablaremos para ir y eso...
ResponderEliminary qué bien, maulina que ellos mismos tomen su iniciativa.
un abrazo
Maite gracias por este post! aunque mi niño aún es muy peque creo que me pasará igual que a tí porque me he sentido muy identificada con lo que cuentas, porque me considero un poco analfabeta en el mucho de las consolas y también por todo lo que jugaba el tetris en mi adolescencia ;-) jajajjaa
ResponderEliminarUn beso
Se me erizan los pelos nada más de pensar en que mi chiquita caiga en sus fauces. No sé si es una mirada extrema del asunto, pero a mí sí no me suena nada nada que los niños pasen ratos pegados a las pantallas. Por un lado, pienso que es un ocio que fácilmente se vuelve adictivo y por otro, como dices tú, porque temo muchísimo la sobreestimulación (además de otras cosas que también mencionas). Aún así, te agradezco muchísimo la información que compartes. La tendré a mano para cuando crea que pueda necesitarla y cruzaré deditos para que mi peque siga sintiéndose más atraída por los juegos al aire libre. ;)
ResponderEliminarSaluditos,
A.