Las personas que han seguido mis blogs saben que desde hace tiempo estamos intentando hacer un cambio de colegio. Pues bien, amiguitos y amiguitas, por fin lo hemos conseguido!!! Supone un cambio de vida, en realidad. Supone mudarnos a una zona a la que teníamos echado el ojo, pero iba pasando el tiempo y aquí seguíamos.
Cuando comenzó el curso pasado, teníamos tomada la decisión de no intentarlo más. Así que comencé a implicarme de verdad en el colegio en el que estaban mis niños. Participé más activamente en la APA, principalmente en la biblioteca y el blog de la biblioteca. También representé a la APA en el Consejo Escolar. Y no sé cuántas cosas más. Mi valoración fue muy positiva. Agotadora, pero positiva. Es agotador por un lado la poca gente que se implica, cuando unos padres implicados pueden marcar la diferencia en un colegio. En el ex cole de mis hijos, realmente son muy pocas, pero hacen una labor estupenda, manteniendo además, buenas relaciones con la Dirección (siempre hay diferencias, pero me gusta cómo llevan el tema para buscar el bien de los niños). Por otro lado, mantener esas relaciones en buen estado es también agotador. En el Consejo comencé a quemarme un poquito ante actitudes de "habla chucho que no te escucho", que había que superar, para poder tener otros momentos de comunión con el colegio, y llevar así a cabo diferentes acciones de forma colaborativa. Las relaciones humanas chupan la energía.
En el colegio, el curso pasado tiramos hacia adelante un montón de iniciativas muy positivas. Como digo, se echó en falta la participación de más padres y por otro no siempre las relaciones eran fluidas con la Dirección, pero el balance fue muy positivo. Creo que se nota en el colegio, y mucho, estas acciones que lleva a cabo la APA.
Pero llegó mayo y se abrió el periodo de preinscripción. En el colegio que nos gustaba había 3 plazas para el curso de mi hija y nos lanzamos de nuevo, a pesar de la decisión de dejar ya el tema. La admitieron y encima el peque estaba segundo en lista de espera. Tras el periodo de matriculación, el peque pasó a ser el primero en la lista de espera. Nervios, intriga, dolor de barriga. Ha tenido que pasar todo el verano y el viernes, a las dos de la tarde, supimos que este lunes podían empezar los dos en el mismo colegio.
El centro nos encanta. Ahora mismo, por supuestísismo, lo tengo idealizado. Ningún centro es ideal, es imposible, pero creo que compensará con creces es esfuerzo que nos toca hacer hasta que nos mudemos. La acogida ha sido genial y los niños salen maravillados, con pequeños detalles tipo "mamá, que resulta que no tengo que hacer fila. Nos avisan de la hora y volvemos a clase tras el patio", "que resulta que la entrada no es a mogollón, que vamos entrando y nos ponemos a leer hasta que estamos todos", "que si tengo sed no me tengo que aguantar, me levanto y me sirvo un vaso de agua en la misma clase". De momento mi hija está casi tan fascinada como yo (aunque echa de menos a sus antiguos compañeros, por supuesto). Volver a tener asamblea, tras perderla al pasar al primaria, ha supuesto un descubrimiento. De repente, sabe que puede opinar y formar parte de las decisiones de lo que va a pasar en clase. Está muy ilusionada con el proceso de decisión del nombre de la clase, y expectante ante el primer proyecto que surja. El año pasado no hizo ni una sola excursión escolar; mañana ya va a la primera (aunque es sorpresa, no se lo contéis), a tomar contacto con la naturaleza. En fin, es un centro público, que trabaja por proyectos, donde he visto a unos profes muy abiertos, implicados e ilusionados. De momento estoy un poco perdida, pero espero conocerlo todo pronto y poder colaborar (aquí, la frustración de ser pocos padres ayudando no la voy a tener, me parece).
En los próximos meses vamos a ir de cabeza, así que no creo que tenga mucho tiempo para blogs. Pero como algunas personas han seguido mi culebrón desde tiempos inmemoriales, quería compartir la alegría que sentimos ahora mismo.
Enhorbuena guapa!! un abrazo enorme
ResponderEliminarAngeles H.
Maite, ¡que me acabo de enamorar del nuevo colegio de tus hijos!!!!
ResponderEliminarNo sé si preguntarte donde queda esa joye porque muero de envidia, de verdad. De envidia y de pena al pensar que este tipo de colegios deberían expandirse como la energía y no ser lo excepcional a la regla.
Ay el cole de mi hijo mayor, que pasará a ser el del pequeño el año que viene.... ay el cole...
Disfrutadlo, disfrutadlo mucho
Me alegro muchísimo!!!!
ResponderEliminarQué buenas señales las que dice Laia, estoy flipando yo también!!
Ya sabemos que nada es perfecto, pero en vuestro cole parece que las personas se comportan como personas y dan a los niños la posibilidad de SER.
Esto que parece tan simple y que es tan complicado de encontrar...Gracias por mostrarnos que es posible.
Muchas gracias!!!
ResponderEliminarHola Maite!
ResponderEliminarPodrías decir de qué colegio se trata??
YO ando agobiada con lo mismo y además, soy maestra de la pública, así que imagínate...
Es para un pack de dos, para mi niña y para mí. Dame algún dato porfa...
Mil gracias
Hola Noemi, pues si me escribes a maitelamaarrobagmail.com te cuento más ;)
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